Todo estaba dibujado en la pequeña libreta gris que llevaba en el bolsillo de su pantalón.

El mapa de su corazón.
Cada recoveco, cada herida, cada cicatriz, todo lo que ella había curado. Todo lo que les quedaba por curarse. Cada alegría que les trajera el futuro, los disgustos y el escándalo que les pudiera traer el presente.
Todo estaba escrito en esas hojas blancas como el vestido de la novia.
Se levantó, sacó la libreta y, golpeando la copa de champan con la cucharilla, se dispuso a hacer el brindis en la boda de su hermano.
Imagen:» Moleskine I» deLinus Bohman