Abandonan, primero uno y luego el otro, la habitación del hotel de cinco estrellas en el que han pasado la noche.
Han decidido tácitamente que nunca volverán a verse. Para su última cita eligieron el mismo hotel de su primer encuentro, en aquella convención mundial.
Fue bonito mientras duró.
A partir de ahora, seguirán sus vidas normales, con su marido y esposa, respectivamente; intentando sobrellevar las rutinas de las que sus vidas quedarán llenas. Porque, por mucho que digan sobre el amor y la amistad, no hay comparación al morbo que se siente al besar a tu enemigo.
Nada volverá a ser lo mismo a partir de ahora. El Muro ha caído.
Image:»Shatter» de Desmond Kavangh