Deja unos puntos suspensivos en la frase inacabada de tu vida. Respira hondo; haz que el aire que te ofrece alimente tus pulmones. Observa atentamente lo que trae entre sus alas, flotando cual mariposa en el cielo azul de mayo. Escucha lo que tenga que decir, pues te dará claves secretas de felicidad. Palpa con ahínco las rugosas formas que dispone pues al tiempo se volverán lisas y suaves. Habla, pregúntale lo que quieras saber.
Y, sobre todo, pierde el miedo a equivocarte.
Esa es la actitud ante él. Así, cuando llegue, estarás listo.
Imagen: «Heart» de Danielle Elder
Precioso! me ha encantado! ❤
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❤💋
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