Dedicado a mi gran amiga Anne, con la que tantos cafés me tomé mirando el poco sol y las muchas nubes de Londres. Descansa en paz.
Las mañanas, si no llueve, es cuando se encuentra mejor. Se sienta en su balcón a tomar un café al sol, con la cabeza convenientemente tapada por un pañuelo de flores hawaianas. Su hija le afea la excentricidad, pero a estas alturas ya ha decidido hacer lo que le dé la gana.
Sin embargo, cuando llega la tarde y el cielo cae plomizo, preludio de la tormenta en la que los rayos simplemente serán una luz de alerta en el cielo, su corazón también se tiñe de gris.
Su único consuelo es saber que al verano siguiente podrá ver desde arriba el espectáculo de los relámpagos.
Le parecerán fuegos artificiales.
Imagen: «Storm in Miami Beach» de Jussi Ollila
Precioso homenaje ♥️
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